Aplicaciones

Aplicaciones de Internet

Servicios bibliotecarios

  • Coleccionar

En primer lugar, Internet se ha convertido en la primera fuente de proveedores para bibliotecas: librerías, editoriales y servicios especiales, que aparte de ofertar sus productos (catálogos comerciales) permiten entre otras cosas la compra electrónica de los mismos: es el caso emblemático Amazon.com, y otros muchos que han seguido el mismo modelo. Los editores, además, están consiguiendo aumentar la visibilidad de sus catálogos y, por consiguiente sus ventas, a través del “Programa de afiliación para la búsqueda de libros” de Google, que funciona como una especie de híbrido entre biblioteca digital y catálogo comercial, favoreciendo no sólo el

acceso al documento a texto completo a través de internet o la localización del documento en alguna biblioteca, sino sobre todo haciendo de intermediario entre compradores y librerías electrónicas.

  • Ordenar, conservar

Desde hace tiempo es posible la consulta en línea de diversos catálogos a través de OPACs, que sirven de ayuda y simplifican la catalogación. Sin embargo, la mayor utilidad que podemos sacar de un determinado catálogo es la descarga de registros bibliográficos de otros catálogos para la importación en el nuestro, lo que puede llegar a suponer un ahorro de tiempo y trabajo considerable que puede ser empleado en otras tareas de la biblioteca. Hoy es posible gracias al módulo de cliente/servidor basado en el protocolo Z39.50 (que funcione sobre TCP/IP) que muchos SIGB incorporan. Miles de “targets” están disponibles en directorios web para configurar clientes Z39.50 y capturar libremente millones de registros. También el protocolo Z39.50 se utiliza para la construcción de catálogos colectivos cooperativos o compartidos físicos y virtuales. Algunos de los modelos de catálogo colectivo favorecen la catalogación cooperativa, como el caso de OCLC o el CCUC, lo que supone una importante mejora en el nivel y calidad de la información bibliográfica, un incremento en el porcentaje de catalogación por copia y una reducción de costes por registro.

En este contexto han surgido distintos proyectos y sistemas de preservación digital: KOPAL, DEN, PORTICO o LOCKSS. Hoy en día, son muy numerosos los instrumentos disponibles en la red de apoyo a la catalogación. Así podemos encontrar fuentes de información sobre formatos bibliográficos, reglas de catalogación, clasificaciones, tesauros, listas de encabezamientos, pautas de catalogación, etc. Casi todos tienen versiones electrónicas a texto completo en formatos HTML, pdf, doc., etc. muchos de ellos de acceso gratuito.

Además, todas estas herramientas que utilizan Internet (portales, listas, wikis, blogs, etc.) es posible encontrarlas aplicadas como vías de comunicación interna de la biblioteca.

  • Difundir

Las bibliotecas se han convertido en el proveedor de acceso público a Internet favorito para los usuarios de todo el mundo. Este papel está en consonancia con el “Manifiesto sobre Internet de la IFLA”, donde se destaca la libertad de acceso a la información como responsabilidad fundamental de los bibliotecarios y documentalistas.

La biblioteca como proveedora de información, destaca por su página web, de la que se benefician casi todos los servicios tradicionales de la biblioteca. Ésta no sólo ofrece información práctica como horarios, ubicación, condiciones de préstamos, carta de servicios disponibles, noticias, etc. La posibilidad de consultar el catálogo a través de la Internet permite saber a cualquier hora y desde cualquier parte del mundo a qué documentos se puede acceder de forma física o incluso virtual desde la biblioteca. Estamos hablando de una realidad de biblioteca híbrida, gestora de espacios virtuales, mucho más visible hacia el exterior, que no exige la presencia física del usuario en las dependencias de la biblioteca para disfrutar de muchos de los servicios.

Proliferan los servicios de información bibliográfica general o especializada no presencial, a través de guías publicadas en la web por la propia biblioteca, formularios de consulta, cuentas de correos electrónicos o listas de distribución para la DSI, conversaciones telefónicas (telefonía IP), etc.

Nuevas tendencias

Evolución de las redes sociales y la Internet de Servicios: Algunas nuevas aplicaciones de fácil utilización, tales como los blogs o wikis, la puesta en común de contenidos o la expansión de las redes sociales están ampliando la participación en Internet. Se prevé que la aplicación al mundo de la biblioteca de los instrumentos procedentes de las redes sociales (sistema caracterizado por sus instrumentos de colaboración), en especial en el opac y portales web.

Los expertos hablan ya de una nueva generación que permitirá la utilización masiva de la red de forma automática.

Retos para la privacidad y la seguridad

La privacidad de la red es ya motivo de preocupación. La Internet del futuro no hará sino aumentar las exigencias de una red más sólida y segura. Se prevén riesgos derivados de la creación de perfiles de usuario, el uso de identificadores de usuarios o de objetos ligados a etiquetas inteligentes por radiofrecuencias, el tratamiento invisible de información, el cruce de datos y la divulgación de información, así como la reutilización de información personal procedente de redes sociales.

Entre los factores de vulnerabilidad de la red está la posible falta de garantías en la protección de datos y seguridad adecuada de la información, y no sólo por parte de la ciberdelincuencia. Actualmente, grandes corporaciones, proveedores de información y de servicios en la red, poseen mucha (demasiada) información sobre nuestro uso de Internet, y a partir del tratamiento de esa valiosa información son capaces de diseñar modelos de negocio y generar nuevas necesidades a los usuarios. Estas prácticas, inadmisible éticamente e inaceptable social y políticamente, deberán ser algún día reguladas. Es claramente necesario tomar medidas para que la Internet del futuro sea segura desde su concepción.

 

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